Crítica en 'Metal Dreams' (11-4-2007)

Alex Herreros
www.metaldreams.com

BANDA: SHISHA PANGMA
ALBUM: 43 15 02 N
AÑO DE EDICiÓN: 2007
CANCIONES: 9
DURACIÓN: 37:12
DISCOGRÁFICA: Autoproducido
PUNTUACION: 8.00

Gratísima sorpresa la que me he llevado con lo que es ya la cuarta intentona de esta banda bilbaína. Una banda que ya solo con su nombre impacta, dedicado a uno de los montes más altos de la cordillera tibetana, el cual fue extrañamente bautizado en sanscrito, en la zona a la que pertenece. Anécdotas a parte este '43 15 02 N', cuyas coordenadas no dejan indiferentes a nadie, siendo un titulo a la vez atípico, hacen ver lo que es este grupo, un grupo atípico dentro del panorama euskaldun.

Grabado por Rubén, de Zea Mays, el potencial del grupo queda plasmado en cada riff que saldrá por tus altavoces. Esta formación compuesta por los hermanos Vilabrille, Manolo y Jose, Alberto Garcia, Alberto Barañano y David Tobal, no te dejaran indiferente no solo por el peso de sus canciones, si no por el peso que ellas atesoran.


No hay clichés artificiales ni nada que les haga cerrarse en banda, aunque si su música tuviera una comparación sería la de unos Monster Magnet pero más originales y mucho más heavys o unos Black Sabbath muy modernos. Las influencias británicas se ven en cada retazo, en cada matiz de su música, que a pesar de esa modernidad dominante, con unos riffs cargados de fuerza, de distorsiones más modernas y de ritmos de batería de buena pegada, dejan un trasfondo muy heavy, donde las guitarras a lo Black Sabbath se ven ocultas en ese modernismo, o incluso como John Norum ha hecho en sus dos últimos discos con los remozados Europe, han dejado sacar a la luz su admiración hacia Thin Lizzy pero dándole mayor pesadez a esas guitarras, muy bien definidas por cierto a lo largo y ancho de esta aventura musical.

Quizá lo que considero el punto flojo del grupo para explotar definitivamente a nivel más alto es el idioma, que no la voz que cumple sobresalientemente con su cometido. Considero una apuesta muy sincera la de cantar en castellano, pero incluso la banda agradece fonéticamente el idioma anglosajón en la versión con la que finalizan este álbum.

Temas como 'El Monstruo' donde ya te dejan ver cuál es su propuesta, dejan un buen gusto, con la británica 'Zinc', la psicodélica entrada de 'En cuatro cajas de cartón', que me recuerda levemente a 'Planet Caravan' de Black Sabbath, para romper el tema con un clima muy sabbathero, y con un parecido a los nuevos héroes de rock, Wolfmother, pero sin la aparición de teclados en su música. Este tema, con una producción como la que pueden tener los grupos grandes, pegaría muy fuerte, y aun así suena muy bien. 'Los niños del sol' recuerda a los momentos más setenteros de bandas como Alice In Chains o Soundgarden, en sus épocas mas heavys, de finales de los 80 y primerísimos de los 90, concretamente a la época del 'Face Lift', con una voz de gran factura y con unos arreglos de guitarra muy setenteros, que jamás esconden y que muestran orgullosos a un público que espero que cada vez sea más amplio.

'En carne viva', y su carga adrenalitica o el contrapunto musical de 'Morir en brazos de nadie', les consolida nuevamente como auténticos fanáticos de Black Sabbath de la época de Ozzy o de los Pentagram más primitivos, dejándola como tema instrumental para deleite auditivo. El final del disco está compuesto por 'En Fango', un tema con ligeros toques en los riffs a Motörhead, que se ven ocultos en ese sonido moderno y con unos arreglos musicales muy de esa inglesa institución. Y si su devoción hacia el sonido ingles es evidente, cierran el disco con una más que notable versión del 'Don’t Believe A Word', que si bien no es uno de los temas de mas difícil ejecución, está muy bien tocado y que desde luego deja el pabellón bastante alto.

Espero que este grupo pueda llegar a mucho mas con este nuevo álbum, que les consolide como la alternativa heavy de los angelinos barceloneses Uzzhuaiaa nivel nacional, con curiosa comparación nominal, pero ya sabemos que las montañas suelen ser más altas y mucho más vistosas, solo que hay contemplarlas y contemplar su belleza desde otro ángulo mas interno.
En definitiva, si una banda como Uzzhuaia ha conseguido explotar en el panorama nacional con su inequívoco estilo angelino, mucho más sucio y garajero, estos cinco heavies y su buen gusto tocando no deberían dejar indiferentes a un público exigente. Y eso que su propuesta no es lo más original que existe en este planeta, donde casi todo está inventado, pero sí que es cierto que cuando las cosas se hacen bien, el tiempo da la razón y espero que con los impronunciables SHISHA PANGMA no me equivoque y tengan una oportunidad que les haga saltar un escalón mas arriba tanto en su música como en sus oyentes.

No te los pierdas en directo y si sientes curiosidad no olvides visitar su MySpace y os daréis cuenta que estoy en lo cierto. Sólo desearles suerte y que sigan su propio camino como banda que a buen seguro llegaran a una más que destacable posición a nivel nacional, ya que el idioma les resultaría el principal impedimento para poder tener algo de calado a nivel internacional europeo.

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