Shisha Pangma aparece por partida
triple en el número de mayo de la revis-
ta 'This is Rock', en forma de entrevista
(página 8), la crítica de su último disco
'43 15 02 N' (página 82) y el anuncio de
la venta del digi-pack (página 85).
SHISHA PANGMA
Fue el último 8.000 en ser escalado en el Tibet, y es el nombre de una banda que quiere subirse a los más alto del rock nacional a base de buen hard rock. Los encontrarás a través de su web siguiendo las coordenadas de su nuevo álbum ’43 15 02 N’.
Vicente Ramírez
¿Alguien me puede aclarar la relación entre el alpinismo y una banda de rock? ¿Por qué habéis elegido este nombre?
Sonaba contundente, agresivo, denso y enérgico; era una buena forma de describir lo que hacíamos. Además, nos sonaba bien. No tiene nada que ver ni con el montañismo ni estamos orientados por ningún tipo de filosofía oriental, es sólo un nombre.AC/DC, Kiss, Scorpions, Metallica e incluso Def Leppard, Iron Maiden, Black Sabbath son nombres fáciles para recordar por todos.
¿De veras te parece Def Leppard un nombre fácil de recordar o es nostalgia? El nombre trae más quebraderos de cabeza, a la hora de escribirlo, a los medios que al público en general. Llevamos diez años como banda en la brecha; no somos unos novatos, nos hemos hecho un hueco entre tanto grupo. De todas maneras no tocamos para el recuerdo, preferimos encender nuestra bola de luces y disfrutar de cada ensayo, directo y disco como si fuera el último. ¡Somos banda de lo cotidiano, de lo presente! Carpe Diem!
Tres cedés a los que habéis ido titulando “I, II y III” y, ahora, os desmarcáis con ‘43 15 02 N’. ¿Dónde está 43 15 02 N?
Queríamos, de alguna manera, desmarcarnos de una etapa que ya pasó. Cambiamos de vocalista, los temas tienen otra onda y nos parecía que ‘43 15 02 N’ sonaba rockero y muy descriptivo. Hace referencia a las coordenadas geográficas donde se encuentra nuestro local de ensayo. Es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, donde se ha gestado el contenido del disco, y donde se ha grabado, Es el útero de la banda. Además, empezaba por 4; es nuestra cuarta grabación y así no perdíamos la orientación de marcar cada disco con un número. ¡Zeppeliano total!
¿Ha cambiado tanto el sonido de la banda o es más fruto de la inevitable evolución?
Los nuevos temas tienen una esencia más plural. Se mantienen las señas de identidad, pero añadimos más influencias. Es más ecléctico, la producción es de más calidad y los temas están más arreglados; y las voces están muy cuidadas. El resultado es un disco muy rockero, con un tono menos denso que nuestros anteriores trabajos.
¿Qué es lo que habéis ido puliendo, a lo largo de los años, en vuestro sonido?
La banda ha madurado, ha ido matizando un estilo que, pese a estar influenciado por muchísimas referencias, hemos hecho nuestro. La base rítmica sigue siendo básica y, a la vez, efectiva, las guitarras suenan agresivas, las voces se han trabajado muchísimo y las letras son muy cuidadas. Pero todo está mirado con diferentes ojos.
¿Con qué único grupo os compararíais?
Contestar esto es prácticamente imposible. Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias influencias y gustos. EN la banda se escucha toda la música que cae en nuestras manos: hard rock setentero, death metal, nos gusta el folk, el metal clásico, las hair bands…
‘El monstruo’ es vuestro primer single.
Habla del diablo, y puede ser entendido como el que todos llevamos dentro, y es nuestro mayor enemigo, o como el personaje bíblico. Tampoco somos satánicos, pero nos resulta una figura inspiradora. Musicalmente, es un tema que tiene una atmósfera muy lograda, y en directo es una bomba.Las letras son muy elaboradas; unas cuentan experiencias personales, tienen nombres y apellidos, otras haban de pelis que nos gustan, de libros y comics leídos, siempre desde un punto de vista personal y metafórico, aun a riesgo de no ser entendidos por nadie.
Todos vuestros álbumes son autoeditados y disponibles
Tal y como está actualmente la escena, es difícil que los sellos apuesten por bandas como la nuestra. La mejor manera de estar comprometido con lo que realmente haces y de dirigir tu propia apuesta es la autoedición. Ganas en independencia, pero pierdes otros aspectos. Tan sólo es cuestión de hacer balance y de valorar qué es lo que más interesa.
Me podéis recomendar ese vinilo de los 70s que tenéis en vuestra discoteca y que os gustaría que más gente descubriera.
The Damnation Of Adam Blessing. Sacaron cuatro discos (el cuarto bajo el nombre de Glory) entre 1969 y 1972. Rock en esencia.
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