
Retorno a los espacios pequeños (minúsculo en este caso), pero sin perder un ápice de potencia y buen hacer. Es más, este concierto tuvo varias sorpresas en forma de 'Desierta', una de sus primeras composiciones –abre su primer disco–, y de versiones de Kiss ('Deuce') y Turbonegro ('The Age Of Pamparius').
Y el resto del repertorio, increíble, como siempre. Destacaron 'Páramo', que sonó espectacular; 'Zinc', tremendamente apocalíptica; y 'El monstruo', cada vez más densa.

Pero el diluvio que cayó en el botxo durante toda la semana de fiestas hizo que se suspendiera, después que se pospusiera al día siguiente y, finalmente, que viera adelantada su hora. Por eso, fue imposible ver el concierto, excepto el apoteósico final con 'Don't Believe A Word' de Thin Lizzy.
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