Tremendísimo conciertazo de Shisha Pangma ayer en el Kafe Antzokia de Bilbao, teloneando a los valencianos Uzzhuaïa. Sin duda, esta banda está hecha para dar lo mejor de sí misma en escenarios acordes a su calidad... y, sin duda, el del antiguo cine San Vicente lo es.
Entre los siete temas que tocaron, cayeron prácticamente la mitad de los del nuevo disco 'Orquídea', un tema recuperado del anterior trabajo, y una de sus más sublimes versiones, en una actuación redonda en lo que se refiere a sonido, actitud y entrega.
La presencia de Nico tras la mesa de sonido (¡peazo de mesa!) garantizaba, a priori, la calidad del sonido. Pero a posteriori fue más que eso. La maestría del Sr. García con los controles hizo sonaran definidísimos y equilibrados, con un sonido limpio, potente y rotundo.Además, las tremendas ganas acumuladas con tanto tiempo sin tocar se tradujeron en una entrega total de los shisha, animados por la impagable presencia del sector portugalujo de su 'hinchada'. ¡Incluso lanzaron un murciélago al escenario, al grito de "Decapítalo; como Ozzy"! X-D
El concierto comenzó a la hora establecida (¡existe puntualidad en el mundo del rock!) con 'En la piel'. El tema que abre el nuevo disco crece desmesuradamente en directo, como ya habíamos comprobado en la sala Edaska de Barakaldo hace año y medio, pero ayer se tornó en un trapecio en el que se balanceó la peña, entre la espesura rítmica sesgada por la agudeza de las giutarras y la virtuosa cadencia del bajo, que estuvo inmenso.
'Enero' sonó a continuación, más rockera que nunca, con un Barañano esforzadísimo, y todos los shisha pletóricos de pose y buen hacer. La brutalidad de sus partes más potentes y densas hicieron sacudir los cuellos de buena parte del público, mientras que sus tenebrosos cánticos reverberaron por toda la sala.
El anterior disco estuvo representado por 'El monstruo' que resistió la comparación con las canciones del nuevo trabajo. La veteranía es un grado, y se notó lo rodado que está este tema. Camino del final del concierto, los de Rekalde se entregaron más si cabe, dándolo todo en este caballo ganador.
Por su parte, 'La despedida' hizo mecerse a la gente, en su inicio, y mostró su desgarro en las fases más contundentes. Con el respetable ya en bandeja, fue un excelente colofón a la presentación de 'Orquídea'.
La apoteosis llegó con 'Love removal machine', el cover de los Cult, que no defraudó. Con el personal entregadísimo, coreando, gritando, agitando los puños... totalmente extasiado. Tanto, que hubo quien acabó pidiendo otra (de nuevo los de Portu... ¡cómo son!).
Conciertos como este, son los que perduran en la memoria.
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